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domingo, 17 de marzo de 2013

Cáceres Patrimonio de la Humanidad

En esta ocasión os traigo unas cuantas imágenes de la maravillosa ciudad de Cáceres, sin duda con solo pasear por las calles de su casco histórico, parece como si el tiempo se detuviese y nos trasladase a otras épocas, es como si cada lugar nos mostrase un pasaje de cada una de las culturas que en ella se asentaron....por tanto no me extraña, que cuente en su haber con premios de todo tipo: el Consejo de Europa le otorgó en 1968 el título de TERCER CONJUNTO MONUMENTAL DE EUROPA; y desde 1986 ostenta el nombramiento de CIUDAD PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, concedido por la UNESCO. Cáceres cuenta, además, con otros galardones: POMME D´OR AL MÉRITO TURÍSTICO, otorgado por la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Turismo en 1996; LES ETOILES D´OR DU JUMELAGE, concedido por la Comisión Europea en 1999; y el premio ARCHIVAL otorgado por la Asociación para la Recuperación de Centros Históricos en el año 2004.


Plaza mayor de Cáceres con la Torre de Bujaco (Centro de interpretación de las tres culturas) al fondo; y la Torre de la Hierba a la derecha de la imagen es una construcción árabe que data del siglo XII, cuando se acometió la última reforma de la muralla antes de la conquista de Cáceres por parte del Reino de León. Está unida por un muro a la muralla, lo que mejora la defensa de ésta. La técnica empleada en su construcción es la del tapial, similar al encofrado actual, que emplea tierra o adobe prensado como material principal.


La Torre de los Púlpitos mide unos 16 metros de altura y es la única torre añadida a la muralla después de la conquista de Cáceres por el Reino de León. Este hecho hace que difiera del resto de torres en diversos aspectos. Al contrario que las torres árabes se levantó empleando sillares de piedra en vez de mampostería o tapial, lo que le confiera una estética diferente. Asimismo, es la única torre que está unida, por un arco-puente erigido en el siglo XVIII, con un edificio del interior de la muralla, concretamente con el Palacio de Mayoralgo, con el fin de que sus moradores pudieran ver los espectáculos celebrados en la Plaza Mayor.


Detalle de las almenas de Torre de Bujaco.


Las callejuelas del casco histórico, son testigas mudas del paso del tiempo.


Cada lugar, parece susurrar secretos a los visitantes, de tal modo que la comunión con la ciudad y sus rincones se convierte en una auténtica aventura.


Hasta los suelos parecen conservar las huellas de antiguas leyendas medievales....


Las casas señoriales se encuentran por doquier y no es difícil encontrar espacios donde cerrar los ojos y viajar al esplendoroso pasado.


Incluso los árboles, parecen tener arrugas del tiempo que enseñan a los viajeros más imaginativos.


Cada plazuela o escalinata invita a reflexionar como vivieron los antiguos habitantes de la ciudad, y nos recuerda que debemos tener respeto y admiración por nuestro pasado.


Sin duda una visita obligada es el Aljibe, un lugar único, es uno de los restos que ha pervivido de la alcazaba militar almohade, ya que el edificio que lo alberga – el Palacio de las Veletas, actual Museo de Cáceres-, fue reestructurado en el siglo XV y remodelado en en los siglos XVII y XVIII. Aún conserva agua.
Este almacén de agua, que sigue recogiendo la lluvia que cae en el patio renacentista que lo cubre, es uno de los más grandes de su época, de ahí su espectacularidad, potenciada por la luz dorada que se vierte desde el cenit hacia las cinco naves compuestas por arcos de herradura.


Otra imagen de las escaleras del Aljibe.



Cada callejón tiene multitud de aspectos, que merece la pena retratar y recordar.


Detalle de una ventana en el centro.


Vista desde el centro de interpretación Torre de los Pozos.Se accede por una casa antigua de la Judería Vieja y en que se puede visitar una torre almohade del siglo XII que protegía unos pozos estratégicos para el abastecimiento de la ciudad en caso de asedio militar. Además se puede contemplar una amplia colección de maquetas que reproducen fielmente distintos monumentos de la ciudad. Su amplio jardín se utiliza también  como recinto para conciertos.



Es fácil pasear por sus calles y sentir como la piedra, se convierte en un pasaje de nuestro viaje para que nuestras retinas no olviden el lugar.....


La multitud de Torres y monumentos os ocupará gran parte del tiempo, de modo que os recomiendo una visita larga y documentada de esta bella ciudad, si tengo oportunidad no dudaré en volver....

domingo, 10 de marzo de 2013

Descubriendo Badajoz

     Esta ciudad, llena de rincones y con constantes referencias históricas, es una joya de la comunidad autónoma de Extremadura, sin duda, la cercana frontera con Portugal, ha marcado su paso del tiempo...de un modo u otro, merece la pena darse una vuelta por ella y observar, como el tiempo se detiene en sus calles y plazas, sus gentes amables y sus personajes curiosos....aquí os dejo, unas cuantas instantáneas como testimonio de mi paso por estas tierras.


Catedral del Badajoz, o Catedral de San Juan Bautista, debido al carácter fronterizo de la ciudad, este edificio religioso, tiene similitud o edificios militares, puesto que su torre, asemeja una almena de un castillo.
Comenzó a construirse en el S. XIII y finalizó en el siglo XV. Posteriormente se hicieron varias reformas en la misma, hasta su actual aspecto, fue declarada Monumento histórico-artístico en el año 1931.


La torre de la Catedral tiene grandes dimensiones, puesto que mide unos 11 metros de anchura y su altura tiene aproximadamente unos 40 metros.


Sus calles son curiosas y llenas de locales con solera.


Paseando por el centro en la calle Virgen de la Soledad nº 19, se encuentra sin duda uno de los lugares más curiosos de todo Badajoz, el estudio fotográfico de D. Juan Carlos Vidarte Rebollo, que además se autocalifica como asesor Filosófico.


Dentro de su tienda, se encuentra una auténtica colección de cámaras, maquetas y objetos familiares de recuerdo de este fotógrafo cuyo padre ya había tenido el mismo oficio. Incluida la Lambretta con la que su padre acudía a hacer los reportajes.


Retrato de D. Juan Carlos Vidarte, que nos atendió encantado y nos contó muy amablemente la historia de su familia de fotógrafos.


Otro edificio que merece visita obligada, es la conocida como Giralda de Badajoz, situada en pleno casco histórico en la Plaza de la Soledad. Su construcción se debe a Abel Pinna y al arquitecto Martín Corral (1935)


Vista al fondo de la "Giralda" de Badajoz.



La Plaza Alta de Badajoz, es un bello ejemplo de restauración es innegable su influencia musulmana.


Justo detrás de la Plaza Alta, se encuentra la Torre de Espantaperros o Torre de la Atalaya, es una torre de estilo Albarrano, es decir una torre que está pegada a un recinto amurallado en este caso la Alcazaba, que está unida al dicho recinto por un pasillo que en caso de necesidad puede ser destruido facilmente, y así hacer más difíciles las cosas al enemigo.Fue construida en 1169 es de planta octogonal (ocho lados) y tiene una altura de unos 30 metros.


Vista de la ciudad desde las murallas de la Alcazaba.


Las simpáticas cigüeñas, aprovechan cualquier lugar para preparar sus aparatosos nidos.


Otro atractivo de la ciudad es sin duda, la llamada Puerta de Palmas, es un resto de la muralla que rodeaba la ciudad de Badajoz, tiene en su pared el escudo de Carlos V, su construcción data de 1551 y es interesante apuntar que todavía fue prisión real hasta bien entrado el S. XIX.